Lo dijo Héctor Cúper en Canal Sur y es la noticia que convulsiona al beticismo. El equipo verdiblanco está estudiando muy seriamente la incorporación de Juan Román Riquelme a su plantilla. Una apuesta que suena a disparatada por los cuatro millones de euros que el argentino cobra del Villarreal viendo sus partidos desde la grada, los mismos que en su día impidieron su fichaje por el Atlético de Madrid o su regreso a Argentina. Pero si lo dice el propio Cúper, está claro que agua lleva el río. Sorprende que se haga público y que se apunte tan alto, pero verdaderamente, si hay dinero suficiente, lo demás está rodado. La Liga de Fútbol Profesional habilitaría la operación, posible por la baja de larga duración de Nano, que en sus seis meses de rehabilitación, como mínimo, se quedaría sin ficha. Con una plaza vacía, podría llegar un jugador que no está inscrito y que ve los partidos del equipo que le paga desde la grada. El propio técnico verdiblanco lo ha asegurado. Se trata de un jugador que le gusta, aunque no es su amigo, y que tiene la capacidad de producir en el Betis ese cambio de mentalidad que tanto ansía, ya que se trata de un megacrack capaz de echarse todas las responsabilidades a la espalda. Con fama de díscolo y caprichoso, inconstante en el juego y en la disciplina, y muy exigente a la hora de tratar con los clubes, a los que le suele exigir hasta una plaza de aparcamiento privado en la ciudad deportiva. Tímido y muy reservado. Así es Juan Román Riquelme. Con la aurora de maldito. Con la aurora de crack.
21 septiembre 2007
Si lo dice Cúper, Riquelme es posible
Lo dijo Héctor Cúper en Canal Sur y es la noticia que convulsiona al beticismo. El equipo verdiblanco está estudiando muy seriamente la incorporación de Juan Román Riquelme a su plantilla. Una apuesta que suena a disparatada por los cuatro millones de euros que el argentino cobra del Villarreal viendo sus partidos desde la grada, los mismos que en su día impidieron su fichaje por el Atlético de Madrid o su regreso a Argentina. Pero si lo dice el propio Cúper, está claro que agua lleva el río. Sorprende que se haga público y que se apunte tan alto, pero verdaderamente, si hay dinero suficiente, lo demás está rodado. La Liga de Fútbol Profesional habilitaría la operación, posible por la baja de larga duración de Nano, que en sus seis meses de rehabilitación, como mínimo, se quedaría sin ficha. Con una plaza vacía, podría llegar un jugador que no está inscrito y que ve los partidos del equipo que le paga desde la grada. El propio técnico verdiblanco lo ha asegurado. Se trata de un jugador que le gusta, aunque no es su amigo, y que tiene la capacidad de producir en el Betis ese cambio de mentalidad que tanto ansía, ya que se trata de un megacrack capaz de echarse todas las responsabilidades a la espalda. Con fama de díscolo y caprichoso, inconstante en el juego y en la disciplina, y muy exigente a la hora de tratar con los clubes, a los que le suele exigir hasta una plaza de aparcamiento privado en la ciudad deportiva. Tímido y muy reservado. Así es Juan Román Riquelme. Con la aurora de maldito. Con la aurora de crack.
