Dejando a un lado lo futbolístico, que en días como el de ayer pierde toda su relevancia, la noche en el Pizjuán fue para olvidar. Para borrar desde el minuto 29 de partido, a eso de las diez y media de la noche cuando en una jugada sin ningún tipo de riesgo Antonio Puerta se desplomó sobre el césped del estadio nervionense; en ese momento los nervios se apoderaron de todos, desde el doctor Muñoz a Juande pasando por compañeros y aficionados.
Tras recuperarse del desvanecimiento y serle practicada la RCP en el mismo campo el jugador fue sustitutido por Duda y pudo marcharse a vestuarios por su propio pie. Pero fue precisamente en el tunel donde a Puerta le sobrevino una parada cardio-respiratoria que encendia todas las alarmas, tanto así que una ambulancia tuvo que llevarse al jugador (inconsciente y con ventilación artificial) al hospital Virgen del Rocio.
En el mismo al canterano le sobrevino una nueva parada, necesitando de nuevo una reanimación. El jugador fue sometido a varias pruebas en el area de urgencias, todas ellas para descartar males de mayor entidad. Aun así la situación era más que tensa y hasta las dos y seis minutos de la mañana no se tuvo el primer parte médico que rezaba lo siguiente: "Antonio Puerta ingresaba a las 22:53 en parada cardio-respiratoria. Se le practica reanimación con éxito y pasa a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) donde permanece con ventilación mecánica y en estado de inestabilidad. El pronóstico es muy grave y el próximo parte se dará mañana".
Todo tras una noche para olvidar y cargada de nervios, en la que la propia madre del jugador tuvo que ser ingresada con un ataque de ansiedad propio del momento.
Como han reseñado los médicos en las próximas horas se esperan nuevas noticias, esperemos que todas ellas positivas para la salud del bravo futbolista de Nervión.
