A pesar de la inexperiencia los chicos de la carretera de Utrera mostraron un desparpajo impropio a su edad y tras muchas ocasiones en el minuto 30 se adelantaban con un tanto de penalty de Pablo Sánchez, tras el que llegó incluso un tiro al palo.
El guión se repitió hasta que los de Jiménez bajaron enteros en lo físico y el Tenerife tiró de experiencia, así mediada la segunda mitad el citado Nino colocó de cabeza el uno a uno en el marcador.
Un punto y buena imagen en un partido dedicado a Puerta y con 2000 hinchas en Nervión; el filial también tiene buena pinta.